El entorno tecnológico está en constante cambio y afecta a la vida de la ciudadanía y de sus instituciones. La robotización, la digitalización y la automatización ya son algo cotidiano y aun no sabemos en qué forma cambiará la sociedad y la política. El tráfico de datos personales, que revelan todo tipo de información de los usuarios, suma incertidumbre a la fórmula.
Son algunas de las preguntas que el Catedrático de Filosofía Política y Social e investigador en la Universidad del País Vasco se plantea para abordar el estudio sobre inteligencia artificial y democracia que detalló ante los socios del Cercle.
Para Innerarity hay varias claves a observar: que internet y sus algoritmos funcionan con sesgos que no actúan bajo una vigilancia democrática. Ante ello hay grandes desafíos como descifrar la lógica de los distintos lenguajes que pueden ser utilizados e implementar sistemas que imposibiliten la corrupción.
La tecnología no es neutral pero tampoco determinista».
Innerarity también destacó la existencia actual de tres modelos de competencia -el norteamericano el chino y el europeo- que pugnan por el mercado digital. Mientras el sistema europeo mantiene sus principios rectores de preservación de la privacidad o de protección del medio ambiente, entre otros, se propicia que los otros mercados deban seguir dichos estándares si quieren permanecer en el mercado digital europeo.