Francisco de Asís Maura, historiador y escritor palmesano, ha presentado en el Cercle su compendio de poemas, dedicado a las personas que conoció durante un viaje de crecimiento personal por el norte de España, titulado «Siemprevivos».
Mediante un diálogo con Maria Dolça García, madre del autor, en Can Campaner, la antigua iglesia de Las Reparadoras de Palma y hoy sede de la Real Academia Balear de Medicina y de Historia, los personajes de «Siemprevivos» han vuelto a tomar protagonismo desde los versos intimistas de Quico Maura.
El poeta ha cristalizado las historias de «personas que están en los márgenes de los mapas, que todavía no se han ido pero ya han sido olvidadas» a través de poemas dedicados a artesanos, monjes, vagabundos, músicos y otros semejantes que conoció durante su viaje.
La poesía es la máxima expresión que puede alcanzar el lenguaje, pues la poesía es todo aquello que nos hace vibrar las cuerdas invisibles del corazón.
También es: «Todo aquello que nos aporta sentido, lo que nos hace ser más humanos: el poema es capaz de embellecer la ruina, hace comprender la muerte, suaviza las rugosidades de la vida, hiere cuando es necesario, purifica, sana, cauteriza, instaura reinos y los hace caer.»
El acto de presentación fue prologado por el editor y escritor, Basilio Baltasar, quien afirmó que: «El mundo se está precipitando hacia un fracaso cultural, histórico y cultural de grandes dimensiones. (…) de ahí, la gran importancia que tienen para nuestro mundo los poetas».
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