El ingeniero de Telecomunicaciones, Felipe Romera, presidente de la Red de Espacios Tecnológicos y de la Asociación de Parques Tecnológicos de España (APTE), relató el proceso de nacimiento y crecimiento del exitoso parque tecnológico de Málaga a lo largo de los últimos treinta años.
Según Romera la capacidad de desarrollar un sistema de innovación y que logre perdurar en el tiempo, está en la capacidad de saber leer las olas de innovación y adaptarse a ellas con la anticipación suficiente para no perder el ciclo.
Para ello, la receta básica que atraerá a empresas y proporcionará empleos estables es la creación de infraestructuras en momentos de oportunidad económica y formar a las personas con iniciativa en un contexto internacional. Felipe Romera asegura que la diferencia fundamental del éxito de Málaga ha sido la gente preparada para desarrollar ese ecosistema de innovación y no únicamente tener calidad de vida.
Es un error pensar que la calidad de vida es un factor suficiente para atraer empresas
El valor añadido comienza a destacar cuando impacta de forma directa en la economía local. Pero para ello, advierte, es imprescindible un rumbo fijo en el que actores políticos y sociales remen en la misma dirección y en consonancia. Además la Universidad debe acompañar este proceso de formación.
Romera ha lamentado la falta de estos mismos factores en el desarrollo y la implantación del Parc Bit cuyo proyecto no fue, a su parecer, entendido por la sociedad.