Jan Gehl, reputado arquitecto danés y consultor de diseño urbano, ha ofrecido una conferencia esta tarde en la sede de la Fundació Sa Nostra en la que ha tratado la conversión de las ciudades hacia localidades más humanizadas. Invitado por el Ayuntamiento de Palma y por el Cercle d’Economia de Mallorca su conferencia ha pretendido ser una muestra de como mediante la reorientación del diseño de las ciudades se puede mejorar la calidad de vida de las personas que la habitan.
En su curriculum encontramos grandes proyectos como la peatonalización de centros urbanos de Melbourne, Sidney, Nueva York o Moscú. Ha publicado más de 30 libros en los que defiende su modelo de ciudad y que sirven para dar cátedra en numerosas universidades de todo el mundo. Tras 50 años sin visitar Palma, ha regresado una nueva vez para explicar los principales puntos que hacen de sus ciudades únicas.
Gehl ha expuesto que su filosofía de las ciudades se centra en entenderlas como punto de encuentro para las personas que viven en ellas. «Humanizar las ciudades significa mejorar las condiciones para caminar, utilizar las plazas y los parques para que la gente sociabilice, procurar que desarrolle allí actividades culturales diarias».
«La arquitectura de los años 30 continúa siendo parte dominante de las ciudades del mundo. Restructurar sus barrios y devolverlos a la escala humana, dejando de lado aquellos edificios grandes que aglutinaban gran número de familias» es el objetivo de la filosofía que promulga Gehl.
Ciudades más sostenibles donde se controle la invasión de los coches y se promueva una vida más saludable luchando así contra el cambio climático. «La ciudadanía debe entender que la peatonalización de los centros de las ciudades genera mayores beneficios para todos. Si tú invitas a la gente a que utilice el coche construyendo muchos aparcamientos y carreteras, generas más tráfico. Si en cambio, tú invitas a la gente a caminar, a usar la bicicleta y a utilizar un transporte público sostenible, entonces estos no cogerán el coche. Allí donde lo hemos hecho el cambio ha sido impresionante, Copenhague es un claro ejemplo» ha finalizado.