El Índice económico del Cercle muestra como en el mes de agosto del año 2021 el 83% de los indicadores disponibles crecen. La aceleración de los indicadores continúa siendo pronunciada, a pesar de que la intensidad del impulso es ligeramente menor respecto al mes anterior (90% durante agosto frente al 91% el mes de julio).

Así, la economía balear registra cuatro meses consecutivos de aumentos. A principios de año los indicadores que crecían no superaban el 20% y ahora crecen el 80%. Se espera que durante los próximos meses la gran mayoría de indicadores registren crecimiento positivo.

La recuperación se consolida y la crisis económica se deja atrás. Lo más probable es que no será hasta muy entrado en 2022 cuando se pueda intuir la senda de crecimiento a medio plazo, momento a partir del cual las comparaciones respecto el año anterior se ajustarán al retorno gradual de la normalidad.

De este modo, se prevé que la actividad intensifique el rebote a corto plazo, ayudada por el notable aumento del gasto público. Este factor, que contribuye de manera directa al aumento de la deuda pública y se erige como uno de los principales desequilibrios generados raíz de las políticas aplicadas por la pandemia, puede jugar un papel destacado para el crecimiento a largo plazo.

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